El auge del animalismo y la creciente conciencia sobre el respeto a los animales está llevando a la industria de la moda por derroteros inimaginables hace una década. Hoy los sustitutos de la piel y las pieles con bienestar animal son cada vez más reclamadas.
La moda está incorporando nuevos materiales a su oferta habitual. Más allá de los tejidos acrílicos, sintéticos y de cultivos convencionales, aún a amplia mayoría, se van incluyendo los de procedencia orgánica (algodón, lino, cáñamo, bambú, etc.), los sustitutos de la piel y las pieles que espetan a los animales sin tratarlos como meras mercancías de consumo.
Debido al auge del veganismo y del vegetarianismo, actualmente llaman mucho la atención los sustitutos de materiales de origen animal ya que las firmas de ropa aptas para este tipo de consumidores deben de respetar los derechos de los animales en toda su cadena de valor (del principio al fin de la fabricación de la prenda) y ningún material, tinte o componente químico (sobretodo de síntesis) puede provenir de ellos. “Hablamos de lana, cuero, pelo o plumas de origen no animal”, explica Ángels Biosca, directora de The Slowear Project, plataforma de divulgación sobre moda sostenible, educación y consumo responsable, para todos ellos ya hay opciones diversas desde la Fauxidermia (recrear el pelo o las plumas con productos sintéticos y/o resinas) al cada vez más popular algodón orgánico (libre de herbicidas, insecticidas, etc.) que a menudo sustituye la lana en especial si es de alto gramaje pues se obtiene ropa de más abrigo para los rigores invernales. “Existen otros materiales naturales como el Tencel”, añade Melanie Trocoli cofundadora del portal de moda vegana Veganized: “Es una fibra de madera de bosques certificados con el sello FSC
donde la producción es controlada. Su calidad es genial para blusas, vestidos o pantalones, su tacto es como el de la seda. Y no sólo puede sustituir a ésta, también al poliéster, una fibra artificial derivada de petróleo, la más utilizada en la moda convencional después del algodón”.
Por:Por: Brenda Chávez. Periodista y autora de “Tu consumo puede cambiar el mundo”
Este fragmento forma parte de un artículo más extenso donde desglosamos las tiendas de moda sostenible en la ciudad de Barcelona y publicado en el número 75 de la revista ‘The Ecologist’. Puedes conseguirla en kioskos o bajo pedido en la siguiente dirección: hola@planetamoda.org
Nae Vegan, marca de calzado vegano, sumaa sus zapatos elaborados con materiales orgánicos, como el piñatex o el corcho, una nueva colección de botas hechas con pedazos de neumático y airbag de coche reciclados. El objetivo es recuperar aquello que era un residuo inasimilable para el medio ambiente y convertirlo en calzado de calidad. Estarán presentando su nueva colección en BioCultura Madrid.
¿Cuándo nace Nae Vegan y por qué decidís crear zapatos veganos?
Nae (No Animal Exploitation) nace en enero de 2008 con la voluntad de ofrecer mayor diversidad de calzado acorde con la actitud vegana. El objetivo fundamental fue poner a disposición del público, de forma fiable, zapatos en cuya fabricación no hubieran sido empleados animales instrumentalmente. Siendo coherentes con ese mismo objetivo, no podíamos dejar de lado aquellos otros que están estrechamente vinculados a esta producción. No podíamos producir en un espacio de fabricación industrial donde bípedos implumes sufren condiciones de servidumbre y explotación. Por eso, hemos buscado siempre hacerla allí donde las condiciones fueran más dignas y cercanas. Tampoco pensamos que pudiera ser acorde con ello menospreciar el valor del medio ambiente, y no hacer ningún esfuerzo por tratar de evitar contribuir a la devastación que se está produciendo. También queríamos ofrecer un producto de calidad que cumpliese ciertos criterios estéticos.
¿Qué materiales utilizáis para sustituir a la piel?
A groso modo, para lo que es corte y forro utilizamos microfibras ecológicas, corcho, textil proveniente de PET reciclado de botellas, tejido proveniente de piña, airbags… Y para las suelas hacemos uso de neumáticos reciclados, de EVA, de Siringeira, de madera…
Respecto a las microfibras, están hechas de poliéster, algodón y nylon. Según el tipo de microfibra que se quiera obtener (más resistente, más suave…) varia la proporción de sus componentes. Ciertamente es un tipo de “plástico” y por ello, no es un material 100% ecológico. Pero para garantizar la durabilidad y resistencia en algunos casos, no tenemos una alternativa más ecológica. Aunque también tenemos que decir que no existe un material 100% ecológico, biodegradable y resistente, que no tenga impacto alguno sobre el medio. Si lo comparamos con el cuero, existe un estudio universitario que concluye que hacer un par de zapatos de piel consume 5 veces más petróleo que si los hacemos con microfibra debido al tratamiento de curtido que requiere.
De todas maneras, siempre que nos resulta posible, usamos materiales más naturales, reciclados (algunos resisten mucho dadas las condiciones de los materiales del neumático o la flexibilidad conseguida con el tejido de PET, y de mayor actualidad son los airbags residuales que empleamos en el corte de algún modelo), más biodegradables, como el corcho, caucho –que son naturalmentte impermeables–, Piñatex (material de muy reciente aparición, que ha resultado de gran resistencia y se están desarrollando mejoras en el mismo), algodón, etc.
Las plantillas suelen estar compuestas de un aglomerado de cartón laminado pero estamos viendo más opciones para el siguiente catálogo, que puedan tener una laminación más ecológica, mayor comodidad en la amortiguación y que se amolden mejor a la forma del pie.
Materiales suelas:
EVA es un compuesto químico (Etilvinilacetato) aislante empleado para algunas suelas.
Suelas de neumático reciclado (habitualmente para sandalias, extraídas de ruedas de coche y avión).
Suelas goma natural: suelen ser de caucho natural que proviene del árbol del caucho conocido como siringa o siringeira.
Caucho natural mezclado con madera.
Madera.
Goma sintética. En general, la goma sintética ofrece una mejor resistencia a la abrasión que la natural, así como una resistencia superior al calor y los efectos del envejecimiento. Muchos tipos de goma sintética son resistentes a las llamas, así que pueden ser usados como aislantes para aparatos eléctricos. También se mantiene flexible a bajas temperaturas y es resistente a la grasa y el aceite. Una bastante empleada es el Neolite, versión desarrollada por Goodyear del caucho sintético estireno-butarieno.
Termoplástico (TR). Para modelos que necesitan suelas resistentes. Los termoplásticos o TR, son unos plásticos que, a temperaturas altas, se convierten en flexibles y muy maleables. Dentro de las suelas termoplásticas, utilizamos las de TPU, obtenidas a partir de poliuretano termoplástico, son suelas especialmente cómodas por sus características de flexibilidad, amortiguación de la pisada, capacidad antideslizante, y, como todo poliuretano, ligereza y aislamiento.
Muchas marcas de zapatos que se denominan veganas utilizan polipiel u otros materiales derivados del petróleo ¿es una solución?
Para nosotros, que tenemos un objetivo puesto en el medio ambiente, un material como la polipiel y similares son burdas soluciones que no alcanzan siquiera el nivel de la microfibra. Si no existiera otra opción, parecería una alternativa pero, existiendo tejidos de mayor calidad que disponen de una composición y un proceso de manufactura con un menor impacto medioambiental, no contemplamos una opción emplear este sintético ni otros parecidos.
RESISTENTE AL AGUA
¿Habéis conseguido elaborar calzado vegano que sea resistente al agua?
Entre las características de muchos de los materiales empleados está su resistencia y durabilidad con respecto a múltiples variables, entre ellas la humedad. Incluso si se trata de llegar a ser impermeables, aislantes, y con ello reducir la posibilidad de que en esa humedad se produzca actividad bacteriana.
¿Cómo y dónde elaboráis vuestros zapatos?
Todos los componentes son adquiridos en Portugal, Italia y España, salvo el Piñatex porque es producido en una cooperativa agroecológica en Filipinas (es un modelo sostenible y de economía social), y todos disponen de certificados. La fabricación del calzado se realiza en fábricas dentro del territorio del norte de Portugal, alguna de ellas con una enorme tradición textil, con todas las inspecciones y auditorías al día: disponen del certificado de la normativa ISO. Cada componente y modelo debe pasar los tests del Centro Tecnológico del Calzado Portugués. Esta mayor proximidad, comparada con gran parte de la oferta que se consume en Europa, permite reducir el consumo de recursos usados en el transporte.
UN TRABAJO QUE DA RESULTADOS
El veganismo está en auge… ¿Por qué?
Entendemos que el trabajo elaborado durante años, por parte de muchas personas que hemos tratado de divulgar, facilitar, reflexionar, etc., al respecto, va dando sus frutos. Todo ello ha contribuido a expandir esta postura y ha permitido que cada día sea más fácil encontrar disponible cualquier útil necesario libre de explotación animal.
¿Qué esperáis de vuestra participación en BioCultura Madrid?
Nos gustaría pensar que podemos dar a conocer las opciones que ofrecemos ante un mayor público, que pueda cuajar interseccionalmente con muchos participantes concienciados en asuntos como la bioconstrucción o la conservación de biodiversidad agrícola, o al menos generar una reflexión entre un público cercano a cuestiones como modelos de economía solidaria, sostenibilidad medioambiental, etc.
La marca de calzado ilicitana Vesica Piscis apuesta por elaborar zapatos sostenibles y veganos a partir de materiales reciclados y algodón orgánico. Participarán en el Showroom de Planeta Moda en BioCultura Valencia con la actividad ‘La sostenibilidad a tus pies’.
¿Cómo y cuándo nace Vesica Piscis? Vesica Piscis nace en el 2015 a raíz del convencimiento personal de que las cosas hay que empezar a realizarlas con un pensamiento más holístico .
¿Por qué apostasteis por hacerlo en ecológico?
Si existe la opción de hacer calzado mucho más sostenible para el planeta que el convencional , la pregunta sería: “¿Por qué no lo hacemos?”
Vuestros zapatos son veganos ¿Por qué?
Porque el veganismo forma parte de la filosofía de vida que practicamos por varios motivos, respeto por lo animales, sostenibilidad y salud.
¿Qué materiales utilizáis?
Mayoritariamente utilizamos tejidos reciclados tales como el algodón y poliéster, pero también utilizamos en menor medida textiles orgánicos.
RESISTENTE AL AGUA Y VEGANO
¿Es posible elaborar por ejemplo calzado resistente al agua y vegano?
Por supuesto, precisamente estamos preparando una nueva colección para el invierno que viene con tejidos reciclados impermeables.
¿Qué os diferencia de las empresas de calzado convencional?
Intentamos que la ética forme parte en los distintos procesos de la materia que utilizamos para la elaboración del calzado y que esta, también este con la gente que participa en todo ello.
¿Cuáles son las dificultades de fabricar en ecológico?
La poca disponibilidad de materiales que hay en el mercado.
Explicadnos cómo es el proceso de elaboración de los zapatos…
Los materiales como ya hemos mencionado anteriormente, son tejidos reciclados u orgánicos que en su mayoría son de proveedores cercanos a Elche, que es donde, a mano, fabricamos todos nuestros artículos.
ECONOMÍA CIRCULAR
¿Cuáles son los beneficios de este tipo de calzado?
Principalmente son medioambientales, ya que se disminuye notablemente el gasto energético y el hídrico. Por otro parte cabe destacar que todos nuestros artículos están diseñados para una economía circular, o, lo que es lo mismo, la materia que utilizamos para la elaboración del calzado y cinturones son en su mayoría reciclada u orgánica y el zapato ofrece la posibilidad de separar la suela del corte de forma sencilla, dando la opción de poder reciclar ambas para otros fines. Mencionar también que al ser hechos a mano, los zapatos aportan una flexibilidad muy confortable para los pies.
Alicante es la capital zapatera de España ¿Cómo ha evolucionado la industria en los últimos años?
Evolución es un término muy subjetivo, porque lo que para algunos el calzado está evolucionando debido a la modernización de maquinaria, tejidos más técnicos, más moda, etc. Para otros, como es nuestro caso, la evolución va ligada a la utilización de materiales sostenibles, construcciones reciclables y atemporales, fabricación local, ahorro energético, vertidos cero y colaboradores que disfruten con lo que hacen. Por lo que la cosa a día de hoy, no pinta muy bien.
EN BIOCULTURA VALENCIA
Participáis en el espacio Planeta Moda de BioCultura Valencia con una actividad que se llama ‘sostenibilidad a tus pies’… contadnos un poco más en qué consistirá… Vamos a tratar el impacto medioambiental que tiene la fabricación del calzado mundial y las alternativas que existen para aminorar en mucho dicho impacto.
¿Creéis que podemos cambiar el paradigma y dejar de estar ‘a pies’ del sistema y poner el sistema ‘a nuestros pies’?
Claro, si desconectamos el piloto automático y empezamos a tomar conciencia de la repercusión holística que tiene cada acto que realizamos, en muy poco tiempo el paradigma sería totalmente distinto.
¿Qué os parece que un foro sobre ecología y consumo responsable como BioCultura se celebre en Valencia?
Perfecto: cuanto más convenciones que generen conciencia se celebren, mejor.
Entrevistamos a María Ripollés, creadora de Slowers. Una marca de zapatos ‘veganos, ecológicos y bonitos’. Nos cuenta que está a punto de sacar su nueva línea de calzado tras el éxito alcanzado en una campaña de crowfunding.
¿Cómo nació Slowers?
Slowers nació con la idea de crear zapatos para caminar a otro ritmo, como un recordatorio de que podemos caminar un poco más despacio por la vida y saborear más cada momento. Yo vengo del campo del medio ambiente así que desde el primer momento supe que quería incorporar esta faceta a los zapatos, por ese motivo busqué un tipo de calzado que fuera sostenible, que respetara al medio ambiente. También tenía claro que iba a fabricar en España, pues para mí es importante conocer de primera mano quién fabrica nuestros zapatos y asegurar que se respeta a todas las personas que participan en el proceso. Sin embargo, el tema vegano aún no estaba presente en mi vida y no formó parte del plan inicial.
¿Por qué decidiste crear calzado vegano?
Nuestros zapatos ya eran veganos, en ningún momento llegamos a usar piel u otro tejido de origen animal, pero fue a través de una feria en Alemania cuando empecé a tomar consciencia sobre este tema. Entonces me di cuenta de la especial relevancia que cobra el veganismo en el calzado, donde la piel es el tejido predominante con diferencia.
En paralelo, mi evolución a nivel personal me ha ido acercando a la vida vegana. Siempre me ha dolido el maltrato animal pero desde que Ringo (socio en Slowers y fiel compañero canino) entró en mi vida he tomado consciencia real de los abusos que sufren los animales por parte de los humanos. Así que decidimos que Slowers no iba a apoyar de ninguna forma la crueldad hacia los animales, Slowers iba a ser una marca 100% vegana.
¿Cuáles son las dificultades con las que te has encontrado para sacar adelante este proyecto?
En nuestro caso esto ha supuesto un gran reto. Habitualmente las alternativas veganas a la piel (para calzado de invierno) son polipieles y otros derivados del petróleo que nosotros no estamos dispuestos a usar por no ser orgánicos ni sostenibles. Así que aquí ha empezado una gran aventura que nos está llevando a descubrir nuevos tejidos que cumplan todos nuestros requisitos para asegurar que cuando caminas con Slowers estás respetando al planeta y también a todos los seres que en él habitamos.
¿Qué materiales utilizáis en substitución de las pieles y las polipieles?
Hasta ahora sólo hemos tenido colección de verano, así que hemos trabajado con tejidos de algodón orgánico certificado y lino. Para el próximo invierno nos estrenamos con materiales de invierno hechos con fibra de coco y algodón encerado con proteína de soja.
¿Cómo descubres esos ‘otros’ materiales que puedes emplear? ¿Hay investigación en este ámbito? ¿Sigues el ejemplo de diseñadores de otros países?
Es una continua búsqueda a través de ferias, prensa especializada, grupos que apoyan la moda ética y ecológica, etc. Lo principal es tener la idea de cuál sería tu material ideal porque en el caso del calzado hay muchos materiales con los que a primera vista piensas que podrás trabajar pero que luego no sirven por una cuestión de desgaste y durabilidad. Igual que somos muchos los diseñadores que estamos trabajando para hacer la moda más sostenible, también hay muchas personas y grupos de investigación que trabajan con la innovación de materiales. A veces lo difícil es unirse para trabajar conjuntamente.
¿Cómo es el proceso de elaboración de vuestros zapatos?
En primer lugar desarrollamos el diseño y vemos con qué tejidos quedaría bien, digamos que esta sería la parte externa, la que se ve.
Luego viene el proceso que se ve menos pero se aprecia a nivel de comodidad, que es la selección de la horma adecuada y todos los detalles más técnicos para que el zapato sea funcional y cumpla que nuestras especificaciones.
En diciembre de 2015 lanzasteis una campaña de crowfunding para lanzar vuestra nueva línea de calzado ¿Cómo fue el proceso?
Muy bien, conseguimos la financiación necesaria para lanzar la colección y lo principal es que recibimos apoyo de personas de todo el mundo. La verdad es que es muy gratificante ver que todo el esfuerzo que hay detrás de cada nuevo modelo de zapato tiene una recompensa y que hay personas que están deseando encontrar zapatos como Slowers.
¿Crees que este será el modelo que tendrán que seguir los nuevos creadores como tú o la empresa de la moda dará un cambio hacia lo sostenible?
Yo considero que no hay un modelo único a seguir, que cada creador o empresa es diferente y que cada momento dentro de la evolución de la empresa también lo es. Por eso no hay fórmulas mágicas y es un continuo prueba-error-corregir-seguir adelante. A nosotros en este momento no sólo nos interesaba la financiación sino testar el nuevo producto para ver si nos lanzábamos por esa línea. El crowdfunding nos dio ese empujón necesario para acabar de creer en nuestro nuevo modelo.
Solamente tenéis tienda online ¿Os planteáis abrir una tienda física?
No en este momento, sería un sueño ver una tienda Slowers en un futuro cercano, pero no entra en nuestros planes para este año. Aún nos queda mucho trabajo para llegar ahí.
¿Cuál es el perfil de vuestros clientes?
Tenemos dos perfiles dferentes. Por una parte las personas que están buscando zapatos ecológicos y veganos, que tienen unas normas de consumo muy definidas y que buscan zapatos como los nuestros. Por otra parte, personas sensibles con el medio ambiente que no son tan estrictas con sus hábitos de consumo pero que se identifican con nuestra marca, con la filosofía slow y nuestra forma de hacer las cosas, personas que se sienten parte de nuestro proyecto y nos apoyan.
¿Desde 2012 has notado un mayor interés entre los consumidores por cómo ha sido elaborada la ropa y el calzado que visten?
No especialmente, quizás hay más interés por parte de prensa y esto llevará a incrementar la conciencia e interés de la gente. Sí he visto un interés creciente respecto al veganismo, tanto a nivel de prensa como de consumidores.
¿Embarcarte en este proyecto supuso un cambio a nivel personal?
Completamente, o quizás lo correcto sería decir que mi cambio a nivel personal me llevó a querer crear un proyecto coherente con mis valores y mi estilo de vida. Las dos cosas han ido unidas en mi caso.