Marta Portela es la mente y las manos detrás de una nueva marca de moda sostenible producida en el sur de la provincia de Pontevedra. Se formó como diseñadora de moda en la Escuela Goymar de Vigo, para después ampliar sus destrezas trabajando como diseñadora gráfica y con cursos de costura o emprendimiento empresarial. De una de estas últimas experiencias, en el Impact Hub de Vigo, nació su primer proyecto, Monoke, una breve (de momento) colección de prendas básicas, cómodas y sanas, de mayor calidad a la que ofrecen las grandes cadenas y que apuesta al milímetro por el cuidado del entorno.
¿Que es para ti el slow fashion?
Es una propuesta que soluciona la producción excesiva de prendas y consigue una reducción notable de residuos. Cuando evitamos el consumo excesivo de prendas de mala calidad que casi no usaremos, estamos ayudando a los trabajadores, al medio ambiente y a los consumidores.
¿Cuándo decidiste dedicarte a la moda ética?
Las premisas de Monoke son el cuidado del medio ambiente, las personas y los animales, algo ante lo que siempre tuve claro que no quería quedarme de brazos cruzados. Por ello decidí encaminarme al emprendimiento creando mi propia marca, evitando el uso de materiales de origen animal, dándole una segunda vida a todos los deshechos y apoyando organizaciones que ayuden al medio ambiente o defiendan a los animales.
Has formado parte del Creative Business Studio de Impact Hub y de su Gira Mujeres, ¿qué nos puedes contar de esa experiencia?
Formarme en materias empresariales y formar parte de una comunidad de emprendedores fue decisivo para que Monoke tomase forma influyó mucho en este proyecto. Fue allí donde tomó forma, gracias a todas las charlas y la inspiración recibida.
¿Cuánto tiempo llevas trabajando en Monoke? ¿Como ha sido el proceso de creación?
Monoke empezó hace unos meses como una idea simple y menos ambiciosa: quería crear una marca sostenible y con diseños alternativos. Fue tras una sesión de formación que me di cuentas que el mundo no necesitaba otra marca de ropa, eso solo significaría un mayor consumo, y mi esfuerzo no era lo suficientemente significativo. Cambié el chip y me puse a trabajar en un proyecto que fomentase el consumo responsable, hasta llegar a lo que es hoy Monoke, una marca 100% ética que contribuye al bienestar del planeta y sus habitantes
¿En que consistió ese giro?
Monoke se diferencia de entre las demás porque busca crear prendas lo más orgánicas y éticas posibles. No todo lo natural lo es. Por ejemplo, el cuero es un material que, desde mi punto de vista, nunca puede serlo. Además, considero las prendas de vestir como un recurso en sí mismas, por lo que deben ser duraderas y apartarse del concepto de tendencia. Por otra parte, utilizando mis productos como reclamo, quiero ayudar a ONG monetaria y promocionalmente.
¿Cómo ha sido el proceso de recolección de todos los materiales para que tus prendas fuesen 100% ecológicas y éticas?
Fue complejo sin duda. No encontraba un distribuidor cercano que me aportase tejidos 100% orgánicos por lo que a raíz de buscar y buscar encontré en Países Bajos una fábrica de tejidos totalmente naturales y que no fabricaban nada sintético, lo que suponía el valor añadido de apoyar a una fábrica 100% acorde con la filosofía de mi marca. Tanto los tejidos como los hilos son algodón con certificado GOTS y los botones y ornamentos los compro directamente a artesanos.
¿Como ves el futuro de la moda sostenible? ¿Qué reivindicaciones hacéis desde el sector?
No me cabe duda de que la moda sostenible es el futuro. Cada vez somos más las que trabajamos para concienciar sobre el cambio de rumbo necesario en la producción, tanto en la ropa, como en la alimentación o la energía, por citar algunos ejemplos.
Las prendas de Marta Portela están ahora en proceso de preventa, a través de un crowdfunding mediante el que se puede apoyar su proyecto y hacerse con una de sus primeras creaciones.
Un comentario en “Marta Portela, creadora de Monoke: “ser una marca ecológica no es suficiente””
Monoke creo que es un gran proyecto, y ojalá que todos podamos contribuir con un mundo sostenible.