El textil sostenible fue uno de los grandes protagonistas de BioCultura Barcelona, la feria de productos ecológicos y consumo responsable que se celebró entre el 5 y el 9 de mayo en el Palau Sant Jordi.
Los más de 30 expositores que participaron dentro de este espacio se mostraron muy satisfechos con el transcurso de la feria. Todos coinciden en que más allá de las ventas, BioCultura actúa a modo de escaparate para dar a conocer sus proyectos entre un público potencial. “Primero fue el sector de la alimentación, después el de la ecoestética y ahora es momento de que nos preocupemos también por las prendas que llevamos puestas”, explica J. Carlos Moreno, impulsor de la plataforma Planeta Moda.
Paralelamente a la exposición, se celebraron actividades diarias que pusieron el foco en fomentar una industria de la moda que huya del consumismo y que apueste por valores como el diseño, el trabajo artesanal, la calidad y la creatividad. Tuvimos la oportunidad de conocer iniciativas como el proyecto 333 de Valentina Thörmer que invita a los participantes a escoger 33 prendas de su armario y a pasar 3 meses vistiendo únicamente estas 33 piezas. En la misma dirección fue la charla de Laure Ritter, creadora de Indigo by Laure, que nos hablaba de las 12 prendas esenciales a incluir en el armario y Ángels Biosca de Slowear Project puso el acento sobre la importancia de la educación para cambiar nuestros ámbitos de consumo. Durante las jornadas también se habló del cultivo de las fibras orgánicas, Albert Niell nos acercó al proyecto social que Organic Cotton Colours ha puesto en marcha en Brasil y desde RedDeLana nos contaron su experiencia recuperando lana ecológica en Asturias.
Además, durante la feria se celebró una sesión de fotos de moda sostenible. La estilista Laure Ritter se encargó de elegir los outfits entre las propuestas que presentaban los expositores participantes en BioCultura y diferentes localizaciones del Palau Sant Jordi se convirtieron en un improvisado estudio fotográfico. Una iniciativa que pretende demostrar que moda y sostenibilidad no están reñidas. Muy pronto iremos viendo los resultados.