Juan Carlos Moreno entrevista a Judit Astigarraga Espeita, la directora de Comunicación de Ekomodo, marca de accesorios sostenibles y de diseño del País Vasco. Formada en los ámbitos de la Comunicación, el Derecho y la Sostenibilidad, Judit comenzó a trabajar en Ekomodo a principios de 2020 y hoy es la responsable de transmitir cómo, desde el mundo de la empresa, también se puede crear un mundo mejor.
¿Cómo le explicarías qué es Ekomodo a alguien que no sabe lo que es la moda y/o complementos sostenibles, o material reciclado como en vuestro caso, poniendo el acento, precisamente, en la sostenibilidad de vuestros productos?
Ekomodo es una marca de accesorios de diseño y sostenibles del País Vasco cuya misión es ayudar a las personas y organizaciones a crear un mundo mejor. Para ello, convertimos residuos en recursos, consiguiendo que una botella de plástico que tardaría más de 500 años en degradarse se convierta en diferentes accesorios de diseño y sostenibles para el día a día, como mochilas, bolsas de tela, botellas, fundas de ordenador o cuadernos. Además de reducir el impacto medioambiental, también procuramos introducir el impacto positivo social en el proceso, fabricando nuestros productos de manera local en talleres de inserción social.
LOS PRODUCTOS
¿Cuáles son los diferentes productos que producís, algunos muy diferentes entre sí, y a quién van dirigidos?
A partir de botellas de plástico, producimos accesorios de diseño y sostenibles para el día a día, como fundas de ordenador y tablets, carpetas, mochilas, botellas, tote bags, accesorios tecnológicos, cuadernos, bolígrafos… Nuestros productos están dirigidos a todas aquellas personas y organizaciones que quieren demostrar que, para ser sostenible, no tienes que renunciar al estilo… y que los pequeños gestos son los que crean un mundo mejor.
“En estos momentos, el producto favorito de nuestros clientes es la funda de ordenador LaPatx que lanzamos en enero de este año; esta funda ha supuesto un upgrade en comodidad y funcionalidad con respecto a nuestros modelos interiores, y la gente lo está agradeciendo un montón… ¡Aunque está seguida muy de cerca por nuestras nuevas botellas reutilizables Edan!”
¿Qué ha cambiado con la pandemia? ¿Se es más consciente ahora de la trascendencia de reutilizar y reciclar?
La pandemia ha cambiado muchas cosas, y, entre ellas, parece que nuestra recién descubierta vulnerabilidad nos ha hecho más conscientes de lo mucho que dependemos de un entorno natural sano para protegernos de amenazas externas como enfermedades o pandemias.No hay más que encender la tele para ver que, ahora, la mayoría de marcas y empresas están apostando por la sostenibilidad ambiental como un factor de valor… y esto solo puede ser consecuencia de una nueva demanda de criterios ambientales (como la reutilización y reciclaje de materiales) por parte de los consumidores.
LAPATX
¿Cuál es la joya de la corona de vuestra producción?
En estos momentos, el producto favorito de nuestros clientes es la funda de ordenador LaPatx que lanzamos en enero de este año; esta funda ha supuesto un upgrade en comodidad y funcionalidad con respecto a nuestros modelos interiores, y la gente lo está agradeciendo un montón… ¡Aunque está seguida muy de cerca por nuestras nuevas botellas reutilizables Edan!
¿Entre qué sectores de población tienen más éxito este tipo de productos?
Aunque poco a poco se va abriendo camino entre la mayoría de sectores de la sociedad, sí hemos identificado que este tipo de productos sostenibles están calando más hondo entre personas jóvenes adultas, con una conciencia más o menos desarrollada por el problema medioambiental, y que ya tienen un cierto poder adquisitivo y voluntad de pagar un poco más por productos de calidad fabricados de manera responsable.
LAS LEGISLACIONES
¿En qué medida las legislaciones premian o no la actitud de reciclar y de reutilizar?
Según datos oficiales, en 2019 la tasa de reciclaje y reutilización de los residuos municipales en España estaba en el 34,7%, más de 15 puntos por debajo del objetivo fijado para 2020. Además, es una tendencia que ha ido a la baja, ya que en 2017 la tasa estaba en el 36,1%, un año después cayó al 34,8% y en el 2019 se estancó en ese 34,7%.Este tipo de datos nos demuestran que todavía queda un largo camino por recorrer hasta convertir el reciclaje en la norma dentro de nuestros hogares y organizaciones. En cualquier caso, en Ekomodo sí que podemos afirmar que hemos recibido un gran apoyo por parte de las instituciones públicas para impulsar nuestro proyecto, y, vista la creciente preocupación social por la sostenibilidad, confiamos en que la voluntad política no haga sino enfocarse más todavía en promover actitudes responsables con respecto al medio ambiente.
¿Los pequeños gestos transforman el mundo? ¿Nos podéis hablar de vuestros pequeños gestos?
A veces, nos obcecamos en buscar grandes revoluciones que hacen mucho ruido, y nos frustramos porque vemos que peleamos y peleamos pero esos cambios no llegan… Cuando, por el camino, ya se están generando pequeños cambios que mueven todo hacia adelante. Nosotros creemos firmemente en que los pequeños gestos sí cambian el mundo. ¿Por qué? Porque suelen ser expresión de un cambio cultural en construcción y cada vez más asentado.Desde Ekomodo, procuramos que todo lo que hacemos invite a nuestro público a pensar qué pequeños gestos puede hacer cada una/o para caminar hacia ese horizonte de “mundo ideal” al que aspiramos. Así, desde recomendar pequeños trucos cotidianos para reducir nuestra huella en el planeta o fabricar productos con los que difundir nuestro mensaje de manera sencilla hasta ayudar a las organizaciones a gestionar sus residuos y poner en valor la economía circular, todo lo que hacemos busca motivar a que cada una/o haga lo que está en su mano… porque separados somos solo gotas de agua, pero juntas/os… ¡somos un océano!
EMPRESAS SOSTENIBLES
-¿Vuestras sugerencias para empresas sostenibles?
–Un consejo fundamental, y es que lo perfecto es enemigo de lo bueno… Y más aún en un mundo en el que nos toca nadar a contracorriente. Ten muy claro tu propósito, y, a partir de ahí, comienza a construir: ¿qué es lo que te mueve? ¿Qué valor quieres aportar a la sociedad? Si intentas hacerlo todo perfecto a la primera, al final no harás nunca nada. Encuentra tu eje (¿medioambiental, social…?), y, a partir de ahí, ya irás explorando cómo maximizar tu impacto. Paso a paso, gesto a gesto, creando un mundo mejor.