Desde que su padre, amante de la naturaleza, le enseñara a montar en bicicleta a los seis años de edad, Carla Peirano Figueroa (Viña del Mar, Chile, 1975), directora y fundadora de Libertad Avenue, ha resuelto los asuntos de su vida mientras pedalea: “Un día, pedaleando, pensaba en cómo reparar unos zapatos que estaban nuevos pero tenían la suela gastada. Unos zapatos preciosos pero destinados a la basura. Y pensé en mi padre y dije: haré zapatos que se puedan reparar una y otra vez para disfrutarlos hasta que te canses de pedalear. Así nació Libertad Avenue”.
Libertad Avenue es la primera marca de calzado y complementos de alta gama y sostenibles para ciclistas urbanos. Cada producto ha sido cuidadosamente diseñado y fabricado a mano, concebido para durar mucho tiempo y reducir así los desechos en la industria de la moda. Sus piezas, además, pueden ser reparadas una y otra vez, y tanto la producción como la fabricación de la materia prima está situada 100% en la península ibérica, para un menor impacto medioambiental. La comodidad y la seguridad son fundamentales; por eso es un calzado ergonómico que incorpora reflectantes que aportan seguridad en el día a día. Se utilizan materiales de bajo impacto ecológico y otros reutilizados, que aportan adherencia, larga vida y suman a la economía circular.
La fundadora de Libertad Avenue se ha desarrollado profesionalmente en lugares tan diversos como Navarra, Cataluña, Italia, USA, Chile y dos de los llamados países “Bricks” (India y Brasil), que le han aportado conocimiento sobre cultura y mercados. Con una trayectoria ligada al diseño, producción y comunicación de moda, Carla Peirano ha sido testigo, en primera fila, de las polémicas cadenas de producción en Asia; y conoce también la cara más justa de la moda, a través de su trabajo con las comunidades de tejedoras guatemaltecas, productores de algodón orgánico y organizaciones Fair Trade. Al finalizar un Máster de Diseño de Calzados y Bolsos en el prestigioso IED, en Sao Paulo (Brasil), y tras desarrollar Cara Panico, una plataforma de moda sostenible creada por pequeños grupos de personas del mundo en desarrollo, la creadora, impulsora y diseñadora de Libertad Avenue decidió instalarse en Bilbao para hacer realidad el trabajo que desea más que ningún otro: fabricar unos zapatos que se puedan reparar una y otra vez para disfrutarlos hasta que te canses de pedalear.
Por qué apostáis por el calzado sostenible?
Las dos industrias más contaminantes del mundo son la logística/transporte y la moda. Si hacemos algo para trabajar en sostenibilidad juntando esas dos industrias estamos realmente en modo verde. Para mí, la sostenibilidad es la base de los procesos tanto de fabricación como de diseño. Siempre he sido ciclista urbana y de montaña, además muy comprometida con el medio ambiente. Buscaba calzado sostenible y no encontraba que cumpliera con los requisitos que esperaba. LIbertad Avenue nace para responder a esa necesidad. Es la consecuencia de una búsqueda no satisfecha.
¿Y, más concretamente, por qué en el subsector de los ciclistas urbanos?
Siendo ciclista urbana descubres cosas sobre el calzado que son invisibles para las personas que circulan en otros medios de transporte. El desgaste de las suelas es mucho mayor y la exigencia al calzado es más alta. Quería zapatos que pudieran enfrentar esa exigencia y ser reparados para aumentar su vida útil.
¿Cómo veis el sector del textil sostenible en nuestro país?
Estamos en un momento en que el consumidor comienza a tener nuevos estándares. Eso abre una gran oportunidad. La industria tiene empresas recicladoras punteras con las que podemos trabajar y una extraordinaria tradición textil. Se está haciendo un buen trabajo mirando a largo plazo.
¿Hacia dónde va todo lo que gira en torno a lo textil?
Hace sólo un año era impensable que cerraran las calles para darle espacio a la bicicleta como medio de transporte. Es triste pero hemos tenido que vivir las consecuencias de nuestra irresponsabilidad medioambiental para ser conscientes del daño que le estamos haciendo a la tierra. Creo que poco a poco tenderemos a una menor producción y menos contaminante.
¿Hacia la sostenibilidad o hacia lo contrario?
Hacia la sostenibilidad. Menos producción y menos contaminante.
¿O convivirán ambas tendencias?
Siempre existirán personas que busquen el consumo constante pero irá disminuyendo. Cada vez somos más conscientes de las consecuencias globales de los comportamientos individuales.
¿Con los confinamientos han ascendido las ventas de calzado online? ¿O el calzado es una excepción de esa tendencia?
No, no es una excepción. Las ventas online aumentaron. Sin embargo, durante el confinamiento también se vendieron muchas zapatillas de casa.
¿Cómo habéis financiado esta iniciativa?
La primera etapa fueron ahorros personales, una apuesta. Luego realizamos un crowdfunding para capitalizar y testear el mercado. Con 89 pares vendidos y 23.911€ nos acercamos al banco para solicitar financiación para la segunda etapa.
¿Cómo imaginas Libertad Avenue dentro de unos años?
Sueño con colaborar con artesanos de distintos ámbitos, por ejemplo, tejedoras a mano. Me gustaría incluir tecnología en procesos manuales, haciendo upcycled de ropa a fibra para tejer. También sueño con una línea de ropa ejecutiva con material técnico fabricado en base a distintos desechos como posos de café, botellas de plástico PET, etc. Asimismo sueño con ir haciendo alianzas y construyendo una red de trabajo y colaboración en cercanía. En Bizkaia hay excelentes talleres que hoy casi no tienen trabajo y me gustaría trabajar con ellos. A día de hoy, por ejemplo, trabajo con Mari Makeda, una cooperativa de mujeres inmigrantes del barrio de San Francisco de Bilbao donde también se encuentran nuestras oficinas. Son quienes cosen los elásticos con toques reflectantes de nuestras merceritas, por ejemplo. Creo que la colaboración es el eje de futuro de mi proyecto.
Juan Carlos Moreno, responsable de Planeta Moda